La cantidad de información que llega al ser humano en este momento es impresionante. Llega a través de libros, revistas, publicidad, televisión, cine, Internet, video-juegos y un largo etc. En pocos años se ha multiplicado la cantidad de información a la que se está sometido. Se puede elegir vivir como un ermitaño o vivir en sociedad.
En estos momentos ser niñ@ significa recibir demasiada información la cual a veces no se sabe discernir, es decir no se sabe elegir lo que es correcto y lo que no. Un ejemplo es la exposición constante a los comentarios sobre la vida ajena que se hacen en la televisión. Much@s niñ@s ven este tipo de programas sin la supervisión y consejo de un adulto que pueda mostrar si eso está bien o está mal. Si se acostumbran a este tipo de conducta después para ellos será natural hablar de la vida privada de los demás sin restricción o respeto alguno. Los video-juegos son otro ejemplo pues algunos de ellos están llenos de violencia gratuita.
Aprender a discernir y así decidir es algo para lo cual las palabras son de poca utilidad, los discursos paternos sirven para poco. Se aprende a discernir con el ejemplo, es decir, viendo a otras personas como lo hacen. El contacto con los progenitores es esencial, pues solo viendo como los padres eligen y actúan l@s niñ@s aprenden. El ejemplo a la hora de discernir es lo más importante.
Un Saludo con Amor
José Manuel Piedrafita Moreno
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